Cae la tarde y Ana entra al cuarto de baño, permanece con la puerta cerrada. Suena el agudo chillido de un teléfono, una pequeña niña contesta, descuelga el auricular.
CHIQUILLA. De parte de quién? (tapando la bocina) ¡Ana! ¡Anaaaa! ¡Te habla Viridianaaa! ¡Apùrate! (gritando) (luego, con voz bastante decente) Un momento. La chiquilla corre a la puerta del cuarto de baño.
CHIQUILLA. Ana te habla Viri... ¿es la Viri de al lado? Còrrele te está esperando.
MAMÁ. (que había estado cerca del teléfono en la sala desde el inicio, sentada en el sillón con un café) ¡Apùrate Ana, que tal si habla de larga distancia! Se escucha la palanca del baño, la llave de agua dos veces y sale trotando hasta llegar al teléfono.
ANA. ¿Bueno?
VIRI. ¡A que no sabes quien habla!
ANA. ¿Viridiana? (con ironía)
VIRI. ¿Haber cuál Viridiana? (haciéndose la misteriosa)
ANA. ¡La de enfrente...!
VIRI. ¿Sì cómo has estado? ¡Ya extraño por allá. Chilangolandia!
-Bien, bien ¡què milagro!
-¿Còmo te ha ido? ¿oye ya cambiaste de cel? ¿me pasas el nuevo?
-Si como no. (se espera tantito) ¿Ya?
-Si
-essss...
-cincuenta y cinco, quince,...
-aja
-sesenta y cinco
-ajá
-sesenta y uno
-sesenta y uno
-ochenta y uno.
-yap
-Okey ¡què milagrazo! ¿y cuando vienes?
-Uuuu..., los pasajes están muy caros. Me muero de aburrimiento. Fíjate que aquí casi no salimos...
-¿Y no vas a la playa?
-Fìjate que casi no voy. A veces hasta se me olvida que el mar está a 15 minutos de aquí, lo que pasa es que el agua está muy fea. -Ahhh...
-¿Y no has visto a la Mireya? -Ya salió embarazada
-¡A poco si! ya me había dicho mi mamá. ¿Y no has hablado con ella? ¿y qué pasó con el papá?
-No; como voy en la tarde. Pero no la he visto con nadie. Casi ni sale, como que se esconde.
-Le ha de dar pena. También `ora que he estado hablando a México me he enterado... la flaca ya tiene dos niñas, digo, ya te equivocaste una vez, como yo, ¿pero de nuevo?
(Ana sentándose en una bici estacionaria cerca, de esas para hacer ejercicio)
-Es que no ve tele...
-Luego también Laura, una de ojos verdes que vivía en los E, una morenita.
-Creo que sí, que vivía ahí donde Gerardo, ¿o no era la de Morelos? A no esa era Caroline.
-Que crees que creo... que ya se volvió monja.
-¿neta? ¡ah no manches! ¡a poco!
-Si, es que desde tercero ella se había metido al coro. Y antes de irme ella me dijo "Me voy a casar... Si me voy a casar con Dios" Y me contó que daba clases de catesismo a los niños y que iba a agarrar los hàbitos.
-¡Chale! pues si era igual que tú de canija. No lo puedo creer. Y de mi salón. A parte de Laura, de esa si te habías enterado ¿no?
-Si, a pu`s era la amiga de Caroline
-No pues de mi salón si, varias, como 5, justo después de que salieron. Y fíjate que, por ejemplo la Mireya me había contado, como un año antes de que saliera embarazada, que lo había hecho, pero sin protección, y no salió, pero ni con el susto aprendió. ¿Y como está Dian?
-Bien, ya va a pasar al kinder este año...
(y siguen platicando como por media hora más, de la escuela, de la inseguridad de las calles, de sus primas, de lo caro que están las cosas, especialmente por la casa de Viri, de los abuelitos de sus esposo, de la perrita que dejó Viri en la casa de su mamá, de los hoteles y de los turistas que hay por allá, de los mayas, de sus expresiones que usan, de los descuentos que hace el gobierno a los cancunenses, y cosas más que una cuenta y la otra escucha embelesada por el auricular)
-...Es que por aquí hace mucho tiempo, la gente llegó a asentarse por estos cuadros, y tuvieron hijos, pero ahora, los hijos ya están grandes y la gente vieja. Y casi ya no hay niños. Por eso casi no conozco a nadie, y Dian no tiene con quién jugar, ay, es bien imperactiva esta chamaca.
-Ah pues haz le la lucha para venir.
-Va a estar difícil, pero va. Bueno ya me voy que ya nos colgamos.
-Si te cuidas mucho
-Ay me saludas a tu mamá y a María
-va
-bye
-¿tu teléfono no recibe fotos? Para mandarte una de Dian.
-¡Na! Soy pobre.
La otra vez me llegó otra al cel pero no la pude ver.
(y de nuevo se quedan platicando otro ratito, de los messengers y de tecnología, conversaciòn que es interrumpida por la conciencia de Viridiana, pues gastará mucho dinero en llamadas telefónicas y no quiere meterse en líos económicos)
-Bueno, `ora si ya me voy.
-Va, ora si nos vemos luego.
-Te cuidas.
-Bye.
Ana cuelga, en seguida va a contarle los pormenores de la llamada a su mamá, y a su hermana que escucha de chismosa.
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