2 jun 2011

Dos sillas a la orilla del mar

Cuando ustedes vayan al mar, y vean dos sillas juntitas, pero pesadas por los millones de enlaces de sus moléculas conformando algo macizo, piensen en la levedad que les otorgaría a sus dos sillas este poema de Gonzálo Rojas, "Dos sillas a la orilla del mar"; y de paso léanse Seis propuestas para el próximo milenio y vean a Eduardo Casar en La dichosa palabra... Y no estaría mal que revisaran el peso en la teoría atómica.

Dos sillas a la orilla del mar




La abruma a la silla la libertad con que la mira

la otra en la playa, tan adentro

como escrutándola y

violándola en lo abierto

de la arena sucia al amanecer, rotas las copas

de ayer domingo, la abruma

a la otra

la una.



Palo y lona son de cuanto fueron

anoche en el festín, palo y lona

las dos despeinadas que a lo mejor bailaron blancas

y bellísimas hasta que la otra

comió en la una y la una

en la otra por liviandad y vino Zeus

y las desencarnó como a dos burras

sin alcurnia y ahí mismo

las filmó hasta el fin del Mundo tiesas, flacas,

ociosas.



Gonzálo Rojas
 
Podrán encontar éste y muchos otros poemas del querido poeta chileno en esta página:  http://amediavoz.com/rojasG.htm

No hay comentarios: