Existe en España un autor que ha hecho cosquillas al lector de una manera muy peculiar y especial.
Tal vez sentía que había que darles otra mirada a las cosas que ya estaban en el mundo, resignificarlas; cuando leemos sus escritos, al principio pueden parecernos una jugada muy arbitraria, aunque eso sí, muy bella, pero nos cuesta trabajo creer que esas asociaciones, al parecer arbitrarias, también puedan dotar de un significado coherente a la realidad, cuyo significado "oficial" ya nos sabemos de memoria.
Esto se ajusta a lo que dice el teórico Yuri A. Lotman acerca de la literatura, que, con todos sus recursos narrativos, estructurales, simbólicos, culturales, semánticos, nos ayuda a ver que las cosas cotidianas no son en realidad tan cotidianas, y nos obliga a ver el mundo como si lo viéramos por primera vez, y que es capaz incluso de instaurar nuevos valores, en contra del modelo vacío que a veces casi ya no nos dice nada.
Así, nuestro animado autor Ramón Gómez de la Serna escribió siempre para ver las cosas de la vida desde un punto de vista distinto,
otorgándoles nueva belleza, que, por supuesto, no está peleada con la belleza que antes tenían, porque la literatura no pretende instaurar un nuevo sistema de la visión del mundo, sino enriquecer el que ya está, con sus propias particularidades culturales, y que nos demos cuenta de lo
valioso que éste es para nuestra vida. Como el
haikú, cuyo fin es darle un sentido a esa observación del mundo en la que casi no nos fijamos.
He aquí algunas de sus "greguerías", género discursivo que se inventó para volver a llenar de forma algunas cosas, explicar otras de una manera no oficial, notar nuestra ignorancia, reírnos de nosotros mismos, poner lo que tal vez todos hemos llegado a pensar, jugar con lo que sentimos.
#Mirando largamente el mar, de pronto vemos una ola que se ahoga y que alarga sus brazos pidiendo auxilio.
#Los amores torrenciales nacen en los portales un día de mucha lluvia y poco paragüas.
# La soda es agua que ha ahorrado suspiros.
#Si compráis violetas, tenéis la obligación de tener caridad con el amor.
#El alba da un baño de niño a las estrellas y las manda a acostar.
#Lo peor de los sueños es que plagian mal la vida.
#Ver beber a las ovejas es como ver aplacarse la sed el primer día de la creación.
Las greguerías también reproducen lo que de alguna manera está en la mente de casi todos, algo así como un pensar colectivo sobre las cosas:
#Cuando más tonto se es, es cuando se sorprende uno soplando una cosa que ya está fría.
#Esos que cuelgan bruscamente el teléfono hacen un chichón al que les estaba oyendo.
#Quisiéramos oír la pieza de música que suponemos hay entre las dos caras del disco.
Por lo regular añaden más elementos al significado denotativo ;); como ésta, en la cual pone de relieve el carácter simbólico cíclico del cumpleaños, y no lo lineal del tiempo:
#El día de cumpleaños es cuando se muerde la cola la vida.
No sabemos por qué, pero ¡es cierto! Muestra audazmente algunos detalles de la vida social:
#Algunos oyen la música como si fuera chocolate para los oídos. [¡Y los fuegos artificiales son dulces para los ojos!
La leyenda de la nahuala, bellísima película].
#El favorito de la mujer en el restaurante estará donde ella mire cuando se queme la lengua con la sopa.
#La niebla, cuando se va, deja el día clarificado como cuando con nuestro vaho limpiamos las gafas.
(Foto: http://letras-uruguay.espaciolatino.com/aaa/yanez_vargas_paulina/reserva_natural_la_riviera.htm)
#Modo de matizar femenino: "¡Qué agrias burbujas tiene ese champán, saben a hilos corridos en las medias!"
Por supuesto, las greguerías relatan la cotidianeidad.
#Una lata de sardinas en el cubo de la basura es el tanque despanzurrado en la batalla de ayer.
#Hay unos fósforos que primero no se encienden, pero después se acuerdan de que su deber es encenderse y se encienden.
#Los relojes llaman con doble lágrima a las seis y media.
#Las palabras con puntos suspensivos están aderezadas con brillantes.
"te acerques y te mires...
Existen unos absolutamente madrileños (según el prof.):
Espero les haya gustado ésta selección de estas manifestaciones poeticas.
En lo personal me agradan mucho, constituyen un género, aunque sencillo, profundo y festivo, por ello es ideal para cualquier persona que desee dejar de lado las concepciones que tiene del mundo y dejarse llevar por la imaginación. Hasta pueden inventar sus propias greguerías, pueden compartirlas, ¡anímense! creo que a Ramón Gómez de la Serna le habría gustado que la gente se involucrara más. Además, está el facebook, el twitter, para que nos escuchen nuestros amigos y conocidos y nunca faltarán cosas que deconstruir y volver a dotar de sentido. Aquí también serán bienvenidas. Espero les haya gustado y les deseo que les vaya muy bien.
